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Cabalgo entre cerros, cañadas, valles y montañas, su campo de batalla, desde la imponente cima del nevado de Toluca hasta las depresiones y planicies de la tierra caliente, domino la cima de varios cerros, de los más importantes el Durazno en Almoloya, La culebra en Sultepec, la Goleta en Amatepec; donde tenía formados vigías que avisaban de la llegada de ejércitos realistas, durante el día enviaban mensajes con espejos y en la noche con fogatas.

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Gallardo y valiente coronel del Ejército Insurgente, bajo las órdenes del General Vicente Guerrero, cumplió todos y cada uno de los cometidos ordenados, se batió en el campo de batalla con estrategia e inteligencia trato siempre de engañar su enemigo y apoyar a sus seguidores, durante las época de siembra y cosecha su gente trabajo la tierra y cuando era necesario organizaba un poderoso ejército de no más de 800 hombres bien armados y entrenados, atacaba y despedazaba las guarniciones realistas en diferentes puntos y con pocas horas de diferencia, uso mulas en lugar de caballería para poder moverse más fácil entre la sierra, coloco al revés las herraduras de sus animales para despistar a los enemigos, sus ataques eran rápidos y precisos, su gente no estaba uniformada, procuro siempre recuperar el máximo botín en armamento, empleo cuernos en lugar de cornetas para transmitir ordenes, siempre utilizo la geografía del campo de batalla para sacar ventaja y ataco en guerrillas,  se le debía lealtad incondicional a su persona y al movimiento armado.

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Se desconoce el lugar y fecha de su nacimiento, pero se cree que murió a las 43 años, su nombre Pedro de Alquisiras y se autonombro “de la Ascensión”, la historia, sus hechos y el cariño de su gente lo nombraron Pedro Ascencio de Alquisiras, los documentos virreinales siempre se refirieron a él como el indio Pedro Ascencio, con desprecio y con coraje ya que durante los diez años que duro la guerra pudieron apresarlo, indultarlo a asesinarlo, les causo importantes bajas, no concebían que entrenados capitanes, coroneles y generales en las mejores escuelas militares de Europa y América fueran vencidos por este personaje; Sabía leer y escribir, cosa que no hacían los indígenas, por lo que pudo haber sido mestizo, tuvo tres hermanos y un hijo muchos lugares de la región se pelean su cuna, pero muy pocos saben su legado.

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Se hizo hombre de armas en Sultepec, bajo las órdenes del Sacerdote José Manuel Izquierdo y los hermanos Tomas y Mariano Ortiz, participo en batalla del monte de las cruces, durante la instalación de la Suprema Junta Nacional Americana en Sultepec y brindo seguridad militar, resguardando todo el pueblo y sus cercanías, ataco Toluca bajo las órdenes del general Ignacio López Rayón, aprendió actos de guerra del General José María Morelos y Pavón y compañero de armas del General Vicente Guerrero. Arduo enemigo del General relista y Virrey de la Nueva España Félix María Calleja, los realistas Gabriel Armijio y Juan Nepomuceno Rafols que lo persiguieron incansablemente sin poder siquiera acercarse a uno de sus campamentos, El mismo Agustín de Iturbide sucumbió ante sus estrategias al atacar y devastar la retaguardia demás de cinco mil hombres en las cañadas de Tlatlaya.   

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Pedro Ascencio de Alquisiras fue de los pocos héroes de nuestra Independencia, o el único, que inicio luchando por la libertad en 1810 y fue testigo del abrazo de Acatempan y la formación del Ejercito de las Tres Garantías ente Guerreo y Iturbide, Jamás fue hecho prisionero, jamás se indultó, siempre dio batalla, sus acciones de guerra fueron decisivas para lograr la independencia, los hombres y las mujeres del sur lucharon palmo a palmo con su líder, con su general, muchos murieron y entregaron su vida y su sangre por nuestra nación, simpre bajo el grito: “Viva Pedro Ascencio” que suena y resonara como nuestro legado, después de las batallas de San Pedro Hueyahualco y San Miguel Totolmaloya en enero de 1821 donde Iturbide se convence que la guerra está perdida y decide comunicarse con Guerrero para proponerle una alianza y poder vencer a los españoles.

 

El final de nuestro Pedro Ascencio llego bruscamente duendo tenía 43 años, queriendo vencer coronel Cristóbal de Huber que escapo desde Toluca hasta Acapulco, escondiéndose entre pueblos y ranchos, Tenancingo, Tenango, Tianquistenco, Zacualpan, Sultepec, Por último el día tres de junio de 1821 ataco Tetecala donde se escondían los relistas Huber y Dionisio Boneta, en batalla en un paraje llamado milpillas un peón de la hacienda de San Gabriel se acercó a Pedro Asencio de un solo machetazo le quito la vida, su cabeza fue cortada, llevada a Cuernavaca y puesta en una pica con el letrero de su nombre, su cuerpo fue enterrado en un paraje denominado Huaycuamantitlan cerca de Mazatepec.         

 

En palabras de Lucas Alaman “Era un hombre de valor, de mucha viveza para el género de guerra de montaña, ocupaba y había logrado tener en quietud todo el extenso territorio que se prolongaba desde las puertas de Toluca hasta Mezcala, siendo obra de sus esfuerzos todo lo más importante que hizo en el sur, aunque se haya aplicado a otros la gloria de ello, no quedándole a Asencio ni aun la de que su nombre se haya escrito en el congreso, en el que se ha puesto los de varios que hicieron tanto como él; estos sucesos, solo sirvieron para probar lo que contribuyo la gente del sur para realizar la independencia”

 

Pedro Ascencio llego al fin de su vida pero inicio un gran leyenda.